La ofimática se componía de
elementos es decir, un procesador de textos, una hoja de cálculo, etc. Estos
elementos no tenían interrelación entre sí.
SEGUNDA FASE (1980 - 1990)
Conjuntos de herramientas que
daban solución a la mayoría de las funcionalidades requeridas. Presentaban el
inconveniente de tener que adquirir todo el paquete aunque se necesitase
únicamente una o dos funciones del mismo y sobre todo, la formación no sólo era
imprescindible, sino costosa.
La ofimática en este punto sigue
teniendo una importancia de segundo orden frente a aplicaciones de mayor
entidad dentro de la empresa, estas aplicaciones estaban centralizadas en un
gran ordenador central del que dependían terminales sin capacidad de proceso.
En los últimos años 80, como
consecuencia de la experiencia adquirida por los fabricantes del sector
informático y debido al cambio de estrategia de éstos hacia la fabricación de
productos para PC’s, se abaratan los costes y aumentan las prestaciones tanto
en soporte físico como lógico de forma espectacular.
TERCERA FASE (A PARTIR DE 1990)
La ofimática moderna, está
apoyada por PC’s con alta capacidad de proceso, monitores en color y soporte
lógico desarrollado con nuevas tecnologías de programación orientada a objetos
(OOP). A estos factores hay que añadir el auge experimentado por las diferentes
comunicaciones y a la creciente utilización de redes locales de PC’s.
El equipo lógico se compone de
paquetes modulares con una completa interrelación entre sí, productos que comparten
información y procesos, pudiéndose adquirir únicamente lo que se necesita.
Aparecen nuevos estándares de
interfaz gráfica de usuario que permiten reducir el tiempo de formación de
usuarios al mínimo y surge el concepto de "Trabajo en Grupo".
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